En los últimos años se ha observado un creciente interés por los diversos asuntos relacionados con Building Information Modeling (BIM) en el ámbito de la construcción.
Cierto es que BIM no constituye ninguna novedad en el sector. Aunque su trayectoria se remonta a décadas atrás, algo parece estar cambiando en la actualidad de la construcción y BIM ha comenzado a ocupar un lugar cada vez más destacado en el debate sectorial.
Sugerido, entre otros, por el Foro Económico Mundial, BIM parece estar progresivamente abandonando su condición de tendencia a concretarse en un futuro lejano, para convertirse en un elemento cada vez más presente en la actividad de la construcción.
A continuación se analizan algunos datos que nos llevan a pensar que la adopción de esta metodología está aumentando sensiblemente a nivel global, para pasar a configurar una tendencia en consolidación para los actores del sector.
Niveles e intensidades
Las encuestas realizadas en los principales mercados de la construcción a nivel global permiten identificar dos grandes tendencias en materia de adopción de BIM. La primera es un marcado aumento en los niveles de conocimiento que los diversos actores del sector (diseñadores, constructores, comitentes) tienen sobre esta metodología. La segunda tiene que ver con que, en conjunto con ese mayor conocimiento, se da un incremento en su uso efectivo.
En otras palabras, los resultados obtenidos conforman un panorama en el cual la adopción de BIM parece estar superando uno de los que eran identificados como sus principales desafíos -la falta de conocimiento- y, en consecuencia, expandiendo los índices de implementación. Ambos tipos de datos se presentan en el Gráfico I. La serie correspondiente al Reino Unido sugiere una transformación sustancial del escenario a lo largo de los últimos siete años, caracterizada por un marcado descenso en el desconocimiento acerca de BIM y un también significativo aumento en las tasas de utilización. Algo similar se observa en el resto de los países. En Canadá (único país que permite comparar dos momentos en el tiempo) no solo se ven elevados niveles de conocimiento sino también de adopción (tan sólo por detrás de Dinamarca), reflejo de un crecimiento en ambos aspectos entre los años 2013 y 2016.
Los datos disponibles sugieren, entonces, un progresivo avance en la adopción de BIM en un escenario de cada vez mayores índices de conocimiento y de utilización. Pero ¿cómo caracterizar este uso? ¿Se trata de casos esporádicos? ¿Se trata, por el contrario, de un nivel de uso relativamente complejo?
Como se ilustra en el Gráfico II, en el caso del Reino Unido, entre aquellos que declararon utilizar BIM, un 72% afirmó en 2018 que utilizó BIM en más de la mitad de los proyectos ejecutados, lo que marca un incremento de 4 p.p. con relación a lo manifestado un año atrás (NBS 2018). Igual tendencia se verifica en los resultados del estudio realizado sobre Estados Unidos y Canadá (McGraw Hill Construction 2012) y China (Dodge Data & Analytics 2015).
En el caso de los dos países más grandes de América del Norte, la comparativa entre los resultados de la encuesta elaborada en el año 2009 y la correspondiente a 2012 sugiere un incremento en la proporción de los usuarios de BIM que emplean esta metodología en más del 30% de sus proyectos. En particular, casi cuatro de cada 10 declararon emplearla en más del 60% de sus proyectos en 2012.
Aunque con mayor rezago, una tendencia idéntica se observa para el caso de China. Los resultados del estudio publicado por la misma consulta muestran que para el año 2014 una baja proporción de los encuestados declaraba utilizar BIM en una intensidad elevada o muy elevada, no obstante lo cual las perspectivas para 2016 daban cuenta de que más de la mitad de los mismos esperaba utilizarlo en más del 31% de sus proyectos.
Cabe destacar que, aunque con diferentes ritmos, esta tendencia se verifica tanto a lo largo de los diversos segmentos de la actividad, como a través de los diversos segmentos de firma. Así, pese a que tradicionalmente BIM muestra mayores niveles de adopción en el segmento de proyectos comerciales (tales como oficinas, áreas comerciales y hoteles) e institucionales (educación y salud, entre otros), ese escenario parece estar cambiando. Las encuestas realizadas específicamente sobre proyectos de infraestructura del transporte y de agua muestran avances sustantivos en los niveles de adopción relevados en ambos segmentos.
Por otra parte, la tendencia hacia un mayor uso de BIM se observa de manera transversal a lo largo de las diversas categorías en las que se clasifica a los actores de la realidad sectorial. Así, sea por su tamaño o por sus funciones dentro de la cadena de la construcción (típicamente más volcadas a la etapa de diseño y cálculo, como los estudios de arquitectura e ingeniería, o a la de edificación, como las empresas constructoras), los datos disponibles permiten verificar una proporción mayor de encuestados utilizando BIM a lo largo del tiempo.
¿Qué cabe esperar del futuro?
Entre los consultados en las diversas encuestas disponibles existe un relativo consenso: los próximos años traerán una cada vez mayor utilización de BIM.
Tanto en el caso de Dinamarca, país que mostraba los niveles de adopción más elevados en 2016, como en el caso de la República Checa, las expectativas de los encuestados apuntaban a que aquellos que no utilizaban BIM en la época lo hicieran en un horizonte medio de entre uno o dos años (NBS 2016).
En otros relevamientos, a partir de los cuales fueron consultados representantes de Estados Unidos, Japón, Francia, Canadá, Alemania, Australia, Corea del Sur, el Reino Unido y China, los resultados arrojaron que la expectativa de los encuestados era que la proporción de usuarios que emplearan BIM en más del 30% de sus proyectos se duplicase en el bienio siguiente (Dodge Data & Analytics, 2015).
Así, el uso de BIM parece estar en camino a transformarse en un nuevo estándar para el sector de la construcción. Su uso, hasta hace algunos años, se encontraba circunscrito, en buena medida, a proyectos de gran envergadura, ejecutados por grandes empresas del sector. Hoy presenta un escenario de mucha mayor difusión dinámica, en el que la acción del sector público está contribuyendo de manera sensible.
En un escenario como este, el uso de BIM va camino a tornarse en un elemento crecientemente apreciado en el mercado de la construcción, por lo que cabría esperar que las capacidades de trabajar con esta metodología tengan un impacto cada vez mayor en el desempeño de las firmas y de las redes del sector.
En otras palabras, la perspectiva es que BIM se torne un requerimiento en un mercado crecientemente competitivo. El uso de esta metodología se vuelve un elemento cada vez más apreciado y, en especial, demandado tanto por parte de clientes finales como de contratistas.
En este sentido el mensaje con relación a su adopción por parte de las firmas del sector trasciende, en buena medida, la dimensión del costo-beneficio asociado a la comparativa entre los recursos necesarios para adoptar BIM y las reducciones de costos y aumentos de eficiencia asociados a la gestión de los proyectos en el presente. Se trata de una perspectiva en la cual aquellos que queden al margen de esta forma de trabajo estarán cada vez más lejos de los mejores estándares de trabajo en el sector y, así, limitados para elegir y competir.
Comentarios recientes